Redacción
México se encuentra en medio de la tercera ola de COVID-19, enfermedad que llegó al país a finales de febrero del 2020. A pesar de que por varias semanas el gobierno logró mantener los contagios a raya e instaurar el semáforo verde en casi todo el país, hoy en día la enfermedad ha vuelto a desatarse por la variante Delta.
En medio de este panorama la Universidad de Medicina Johns Hopkins dio a conocer que la tasa de mortalidad en México es del 8.03%, la quita más alta en el mundo solo por debajo de Vanautu, MS Zaandam, Yemen y Perú, cuyos porcentajes oscilan entre el 9 y 25%.
La cifra revela que ocho de cada 100 mexicanos contagiados mueren por COVID-19, pese a que se han acelerado las jornadas de vacunación en el país. De hecho, apenas el pasado 14 de agosto, México registró su segunda cifra más alta de toda la pandemia al reportar 23,642 nuevos casos de COVID-19 y 753 muertes en 24 horas.
Lo anterior significa que el total de casos acumulados se elevó a 3,91,971, en tanto que el número de muertes asociadas al SARS-CoV-2 subió a 248,167. Asimismo, hay 2,419,614 personas recuperadas, 5,503,612 casos negativos y un total de 9,082,292 personas estudiadas desde el primer caso.
En medio de este panorama, varias entidades que habían conseguido llegar al color verde del semáforo epidemiológico para COVID-19, volvieron a tener alerta roja por la enfermedad. Especialmente a causa de la variante Delta que ha comenzado a infectar con más intensidad a jóvenes y niños.
Las entidades con mayor número de casos activos, es decir, personas que pueden propagar el SARS-CoV-2, en orden descendente son: Ciudad de México, Estado de México, Nuevo León, Jalisco, Tabasco, Veracruz, San Luis Potosí y Puebla, que concentran el 99% de dichos contagios en el país.
Por otro lado, el semáforo epidemiológico mantiene en color “rojo” (máximo riesgo de contagio) a siete estados: Sinaloa, Ciudad de México, Nuevo León, Jalisco, Guerrero, Colima y Nayarit. Cabe mencionar que de acuerdo con el Gobierno de la Ciudad de México, la capital del país se mantiene en naranja y no en rojo como lo establece la Secretaría de Salud (Ssa). Mientras que en color “verde” (bajo riesgo) sólo se mantiene una entidad: Chiapas.
La tercera ola de COVID-19 se ha vuelto una realidad para México y, de acuerdo con el doctor Mauricio Rodríguez, vocero de Atención de Emergencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dicho incremento de contagios se debe a que en este momento existe mayor capacidad para realizar pruebas diagnóstico.
“Es importante que todos advirtamos que se están diagnosticando muchos más casos que la vez pasada, en parte por la facilidad de diagnóstico que hay ahora, con las pruebas rápidas y con una muy amplia distribución de varios tipos de pruebas, de PCR y pruebas rápidas en muchos lugares comerciales y de gobierno”, explicó el especialista.
Recordó que en algunos estados ha habido de tres, e incluso cuatro, olas de la enfermedad, pero que es probable que ahora nos encontremos en uno de los puntos más altos de la crisis sanitaria. Sin embargo, no pasó por alto que las hospitalizaciones y defunciones han sido menos intensas por la vacunación y el diagnóstico temprano.