Red de Corresponsales.
Desde la justa disputada en la ciudad de Río de Janeiro en 2016 se permite la participación de pugilistas con experiencia profesional.
Uno de los deportes más populares en México, así como donde los atletas han cosechado una cantidad importante de logros internacionales, es el boxeo. En los Juegos Olímpicos no ha sido la excepción. Incluso, se ha colocado como la segunda disciplina que le ha otorgado más medallas al país a lo largo de la historia en las justas. El éxito, sin duda, sería más grande si pugilistas como Saúl “Canelo” Álvarez decidieran participar, pero él mismo ha negado la posibilidad.
En los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, el Comité Olímpico Internacional (COI) optó por aceptar, por primera vez en la historia de las ediciones, a pugilistas con trayectoria en el ámbito profesional. Aunque la decisión ha sido benéfica para atletas y naciones, otros tantos expertos en el ámbito boxístico se han mostrado en contra de tal determinación debido a la diferencia que guardan con los atletas amateurs.
En 2019, durante el tradicional martes de café del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Mauricio Sulaimán, presidente del organismo, dio a conocer su inconformidad en torno a la decisión del COI. Además, declaró haber conversado con el mejor libra por libra del mundo y las posibilidades de que pudiera representar a México durante Tokio 2020, pero el atleta originario de Jalisco se negó.
“He conversado con muchos boxeadores. Canelo me dijo ‘¿cómo me sentiría yo al ver mi medalla de oro sabiendo que destruí los sueños de un jovencito de triunfar en este deporte” dijo. Además hizo hincapié en que la “diferencia de niveles entre amateurs y profesionales pone en riesgo la permanencia de este deporte en las Olimpiadas”, por lo que propuso sanciones a los pugilistas del CMB que decidieron participar en las rondas de clasificación.
Las reglas en el boxeo profesional y el Olímpico, también considerado como amateur, son diferentes. Los jueces que presiden los duelos entre púgiles cada cuatro años califican, en gran medida, la certeza de los golpes conectados por cada uno de los protagonistas. Es decir, que entre más veces puedan contactar el cuerpo del contrincante de manera certera, entonces son acreedores a ganar más puntos.
Por el contrario, cuando un deportista decide incursionar en el ámbito profesional, los objetivos cambian de manera radical. La preparación, desde ese momento, está enfocada en la fuerza y el daño que se pueda hacer al rival. Por ello, las victorias por la vía del nocaut adquieren mayor relevancia, dejando en segundo término las secuelas que la víctima pueda padecer después de algún accidente.
Por otro lado, los Juegos Olímpicos representan una buena oportunidad para que los prospectos amateurs puedan darse a conocer en el mundo del deporte. La consagración por medio de la obtención de cualquier medalla olímpica es un incentivo de enorme relevancia para poder seguir adelante con sus carreras deportivas. A pesar de ello, las nuevas reglas les permiten a dichos atletas la posibilidad de conocer ambos ámbitos.
Saúl “Canelo” Álvarez comenzó su carrera profesional con tan sólo quince años de edad. El 29 de octubre se abrió paso en la carpa estelar y, desde entonces ha realizado 59 peleas. Del total, 56 han sido favorables, aunque también acumula una derrota, así como un par de empates. Otro rasgo relevante en su trayectoria son los 38 triunfos por la vía del nocaut.
Tomando en cuenta su trayectoria, así como su desempeño en los encordados, gozaría de enorme ventaja en la competencia olímpica. A pesar de que él se negó a participar, otros profesionales aprovecharon la regla y participaron en las rondas clasificatorias. Así, del total de las y los competidores, 43 ya cuentan con experiencia profesional. En la rama varonil son 36, en tanto, siete mujeres cumplen con la condición.
