- Este tipo de vehículos han estado involucrados en siniestros de Estados Unidos y Canadá, por lo que son reconstruidos y terminan por convertirse en un arma mortal.
Redacción
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anunció que el fin de semana firmará un acuerdo para regularizar a los llamados “autos chocolate” a fin de que los dueños de estas unidades tengan un certificado y, a la par, se beneficie a los programas de bacheo con lo recaudado.
De acuerdo con Kavak, sitio especializado en vehículos usados, se llama coloquialmente como “autos chocolate” a aquellas unidades que han sido importados a México desde Estados Unidos (EEUU) y que corresponden a modelos, marcas o versiones que no se comercializan por concesionarias dentro de territorio nacional.
Desde el 2013, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Autopromotores (AMDA) anunció que dichos autos frenan el desarrollo automotriz en el país y de acuerdo con sus cifras, uno de cada tres automóviles se encuentran en esta situación.
Por otra parte, muchos de estos vehículos suelen ser de “desecho” o reconstruidos tras el paso de huracanes en Estados Unidos o Canadá y no son aptos para circular.
En 2006 Fox permitió la legalización de autos usados importados, lo que ocasionó que se importaran más de un millón de autos de Estados Unidos, además de que la medida ocasionó una caída en la venta de automóviles en un 30 por ciento.
Lo que pasa cuando compras un auto “chocolate”
Adquirir un auto en el extranjero de forma ilegal conlleva una serie de problemas, como no poder acreditar la propiedad del vehículo, por consiguiente, no será posible realizar trámites como el cambio de placas, de tarjeta de circulación o adquirir un seguro para el vehículo.
Esta situación se debe a que las aseguradoras no emiten pólizas para vehículos de internación ilegal, por lo que en caso de robo de unidades, no será posible levantar la denuncia correspondiente al no contar con alguna prueba documental que pruebe la propiedad del automóvil.
De igual forma, en caso de accidente, el conductor perderá no sólo su vehículo al quedar incautado, sino que además tendrá que hacerse responsable del monto total del siniestro, las multas y gastos derivados del daño a otras personas.
De igual forma, no será posible conocer el historial del vehículo, por lo que no habrá forma de conocer el uso que se le dio, pues tienen mucho kilometraje y contaminan más, así como se desconoce cuantos propietarios ha tenido y será muy complicado revenderlo al no tener la documentación legal, pero de lograrlo, será a un precio mucho menor, pues nadie quiere comprar un auto sin papeles.
Otro de los problemas al comprar un auto “chocolate” es que será muy difícil conocer el estado real del auto, pues no hay certeza en las condiciones eléctricas o mecánicas en que se encuentra, sólo será posible ver las estéticas.
En cuanto a las refacciones, éstas serán difícil de conseguir, pues si el modelo no tiene presencia en territorio mexicano, conseguir tanto partes de colisión como mecánicas se volverá complejo.
En la unión americana existen marcas y modelos que hasta ahora no se comercializan en México, por lo que la disponibilidad de partes queda restringida a tres opciones: comprarlas por internet, adquirirlas por encargo a una cadena refaccionaria internacional o acudir a algún deshuesadero de automotores.
El costo de regularizar un auto “chocolate”
Una vez que el agente aduanal reciba los documentos, realizará diversas verificaciones al vehículo, entre ellas la certificación de las condiciones físico-mecánicas, revisión de antecedentes y la comprobación del título de propiedad.
Tras cumplir con las verificaciones, el agente presentará el título de propiedad en la aduana del país de origen para solicitar la importación y pagar los impuestos requeridos.
El costo del trámite será de un 10% del costo actual del vehículo más el 16% correspondiente al IVA, además de los costos de tenencia, placas y del trámite en el Registro Público Vehicular, los cuales pueden variar según el estado en el que se registre. Por lo que para un vehículo de 60 mil pesos, se deberán pagar 6 mil del trámite y 9 mil 600 del impuesto, lo que sumaría 15 mil 600 pesos.
El trámite se puede realizar en vehículos fabricados no más de 9 años antes del día de la importación, es decir, si se intenta importar un vehículo en 2021, su modelo deberá corresponder al año 2012 o posterior. El año de fabricación comprende del periodo del 1 de noviembre del año en curso al 31 de octubre del siguiente año.
Después del anuncio del presidente López Obrador sobre la disminución del costo del trámite definitivo, el secretario de Economía Sustentable y Turismo de Baja California, Mario Escobedo Carignan, anunció que cuando se lance el decreto federal, se pagará alrededor de 5 mil y 4 mil pesos dependiendo del año del modelo.