Por Maricela Palacio
Los patrones sociológicos generados por el confinamiento derivado de la pandemia por la Covid-19, han marcado el crecimiento de los Trastornos Dismórficos Corporales (TDC), los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) y los Trastornos del Sueño (TS).
En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, la especialista en psicología Mariana Martínez Guillén, fundadora y directora de la Clínica Tu Mente Sana, explicó que la emergencia sanitaria impactó en la socialización y vinculación entre pares, elevado los niveles de ansiedad por la falta de aislamiento y la falta de contacto.
“En este regreso luego del aislamiento, es muy importante trabajar en la resiliencia para superar las circunstancias de la pandemia y fomentar el autocuidado para adaptarnos a la nueva normalidad. El retorno a las rutinas anteriores es de gran beneficio para la salud mental”, afirmó Martínez Guillen, quien cuenta con una Maestría en Psicoterapia Cognitiva Conductual.
Por su parte, la Coordinadora de Nutrición de Bodylogic, Karen Cecilia Picazo Huerta, detalló que los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son enfermedades complejas que afectan principalmente a mujeres adolescentes y jóvenes; los TCA se caracterizan por una excesiva preocupación por el peso, la figura y la alimentación, y van acompañados de prácticas inadecuadas para el control de los mismos.
“El confinamiento y el exceso de información falsa, así como la alta exposición a contenido mediático a través de las redes sociales, son algunos de factores que contribuyen al aumento de los trastornos alimenticios, mismos que tienen una de las tasas de mortalidad más altas en todos los problemas de salud mental”, enfatizó Picazo Huerta.
Detalló que en los Trastornos Dismórficos Corporales, el individuo tiene una imagen distorsionada de su propio cuerpo y muestra una preocupación exagerada por cualquier desviación del mismo respecto de su ideal estético. En el caso de los Trastornos de la Conducta Alimentaria, la persona coloca la comida como eje central en su vida y presenta una ansiedad y preocupación excesivas por el peso corporal, el aspecto físico o las características cualitativas y cuantitativas de los alimentos que ingiere.
La ortorexia es la obsesión patológica e irracional por comer sano y por la calidad de los alimentos, convirtiéndose así en la principal preocupación de la persona que la padece o incluso, en el objetivo de su vida. En la fatorexia las personas que padecen este trastorno se ven delgadas, pero en realidad su peso es mucho mayor al que les corresponde, niegan y disocian la realidad de su cuerpo.
Expresó que durante la pandemia las consultas por anorexia y bulimia también tuvieron un aumento y representan 61% del total de las visitas al médico.
Finalmente, el gerente Médico de Psiquiatría y Sistema Nervioso Central (SNC) en Grupo PiSA, doctor Rodrigo Natalio Durán Muñiz, comentó que la depresión y la ansiedad pueden generar problemas graves de conducta que impactan en la calidad de sueño. Hay más de 70 diferentes tipos de Trastornos del Sueño (TS), el insomnio es el síntoma que se presenta con mayor prevalencia.
“El aislamiento por el coronavirus y la posibilidad de contraerlo afecta en la conducta generando depresión y ansiedad. Hay que reconocer e identificar cambios conductuales de manera oportuna. En caso de requerirse un tratamiento farmacológico, éste debe ser prescrito por un especialista quien debe evaluar continuamente la evolución en cada paciente”, enfatizó Durán Muñiz.