El nuevo presidente de la Amda, Guillermo Rosales Zárate, alertó sobre el riesgo de que México pierda su posición como uno de los principales exportadores de vehículos ligeros en el mundo, si no se transita a la manufactura de unidades eléctricas
Por Diana Domínguez Galván
La falta de políticas e incentivos para que las empresas automotrices inviertan en la producción de vehículos eléctricos en el país, será un obstáculo para que México siga ocupando un lugar preponderante como exportador a Estados Unidos, Alemania y otras naciones europeas, sentenció el presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (Amda), Guillermo Rosales Zárate.
En su primer conferencia de prensa ya con el nuevo cargo, se refirió a las declaraciones del CEO de General Motors México, Francisco Garza, quien en días pasados consideró que la armadora podría dejar de invertir en México si no hay concordancia con los parámetros para la construcción de vehículos eléctricos en el mundo.
explicó que la realidad en el mundo automotriz es un cambio de tecnologías de los vehículos a combustión interna hacia las unidades eléctricas.
“Por poner el caso de Alemania en el 2035, cuando ya no se permitirá la comercialización de vehículos a combustión interna y así sucesivamente en algunos mercados que lo han establecido”.
Mencionó que se trata simplemente de una transición tecnológica en donde participan varios países de la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá, principales mercados de exportación vehicular para México.
Por lo tanto, hoy en día, es insuficiente impulsar sólo la movilidad hacia vehículos “cero emisiones”, sino que es necesario impulsar toda la cadena de producción. “Es decir, que si en un futuro cercano queremos seguir siendo un actor importante en la exportación de vehículos hacia Estados Unidos, Canadá, Alemania, Europa, la producción tendría que estar basado y movido por energías alternativas no contaminantes.
promiso el avanzar a una mucho mayor participación de energìas renovables. Será un obstáculo para que México pueda seguir ocupando un lugar preponderante en la industria automotriz global.
“(…) Más allá de cualquier posicionamiento político, esto responde a una lógica de la demanda global en la cual tenemos que ser muy conscientes, proactivos, propositivos, en el Congreso, ante los actores políticos y por su puesto manteniendo la posición institucional de la industria automotriz para buscar el diálogo y la negociación”.