- Hernán Cortés, una vez derrotada la ciudad de Tenochtitlan, se concentró en dar inicio a la evangelización de los indígenas
Redacción
Uno creería que la iglesia más antigua en la capital del país es la Catedral Metropolitana ya que fue de los primeros inmuebles que se planearon una vez vencidos los mexicas en la caída de Tenochtitlan. Pero no es así, ya que su construcción inició en 1571.
Alrededor del Centro Histórico de la capital hay numerosos templos que datan de diferentes épocas y que uno puede ver si se toma el tiempo suficiente para recorrer las calles del centro. La más antigua se encuentra en la avenida Madero, una de las calles más concurridas de la ciudad, y si bien su fachada no es la misma que en un inicio, fue el lugar en el que se erigió la primera iglesia en México: el templo y exconvento de San Francisco.
La iglesia comenzó su construcción en 1524 y fue el primer convento en la Nueva España para los primeros franciscanos, el primer recinto para ofrecer el oficio a los indígenas de la región. El mismo Hernán Cortés estuvo implicado haciendo los arreglos para lograr la edificación adquiriendo terrenos de otros españoles.
El templo de San Francisco iba a construirse primero en el lugar de la catedral, pero esto no ocurrió y se hizo uno provisional en la calle de Relox (República de Argentina) en lo que los franciscanos llegaban a territorio mexicano. Una vez establecidos ahí, se decidió cambiar de lugar puesto que la ubicación estaba muy dentro de la ciudad que ya estaba habitada por españoles y querían estar cerca de los indígenas.
De acuerdo con Manuel Rivera Cambas, la iglesia fue construida en el lugar en el que Moctezuma II tenía su jardín lleno de animales exóticos. Cortés donó el terreno a los franciscanos antes de partir hacia las Hibueras. La construcción del templo de San Francisco fue terminada en 1525 aunque a lo largo de su historia fue reconstruida, ampliada y disminuida hasta como la conocemos actualmente.
La fachada actual fue elaborada en 1766 por el arquitecto Lorenzo Rodríguez de estilo churrigueresco.
También se cree que una de las primeras iglesias fue construida en la alcaldía Venustiano Carranza: el Templo y antiguo Hospital de San Lázaro. A pesar de no ser así, su historia también es interesante.
Al terminar la guerra contra los mexicas, los españoles comandados por Cortés sabían que necesitaban una base para poder operar y resguardarse en caso de un contrataque. Así que a las orillas de la laguna de la Candelaria levantaron el fuerte de Las Atarazanas en San Lázaro. Dentro de la fortaleza ocultaron los bergantines utilizados para derrotar a los sitiados de Tenochtitlan.
Se desconoce en qué lugar preciso se alzó el fuerte y se ha considerado que fue en el mismo lugar que ocupa el abandonado templo al ser de los pocos lugares firmes ya que el terreno era pantanoso.
Posteriormente se erigió un hospital de leprosos en 1572 por el doctor Don Pedro López hasta 1596 que fue mantenida por los descendientes del doctor. Para 1721 el lugar fue otorgado como recinto a los religiosos de San Juan de Dios tiempo en el que se dedicó el templo a la Virgen de la Bala hasta 1821, patrona de los matrimonios, de las mujeres embarazadas, así como protectora de quienes tienen profesiones peligrosas o corren el riesgo de ser alcanzados por algún disparo.
Adquirió ese nombre debido a que una cruz en el templo recibió un balazo por unos hombres que practicaban tiro al blanco cerca del lugar. Se encuentra abandonado y en un estado de avanzado deterioro desde 1949.