Redacción
El rechazo de la iniciativa de reforma eléctrica en la Cámara de Diputados evitó que la economía mexicana cayera en recesión hacia mediados del presente año, alertó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Mario Correa, presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del organismo, explicó que lejos de algún incentivo o empuje que haya implicado la negativa para avalar la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador, lo cierto es que el hecho legislativo coloca a la economía mexicana en el “mismo lugar” que estaba previo a la discusión y rechazo de la reforma, es decir, con marginales señales de recuperación.
De esta manera, dijo que la estimación de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), para este 2022 se mantiene en 1.8 por ciento, mientras que para el siguiente año sigue en 2.1.
“Si hubiera avanzado la propuesta de reforma energética, tal vez estaría hablando de riesgos de que la economía mexicana cayera en recesión hacia la mitad del presente año, entonces más bien el rechazo de la iniciativa nos coloca en el terreno donde nos encontramos”, explicó.
Al respecto, Alejandro Hernández, presidente nacional del IMEF, dijo que un aspecto ampliamente destacado de lo ocurrido el fin de semana en la Cámara de Diputados es que se ratificó la necesidad y conveniencia de hacer valer los contrapesos en el país.
“En México, la iniciativa de reforma energética del Ejecutivo no alcanzó la mayoría calificada en la Cámara de Diputados ante la unidad de la oposición, en lo que constituye un resultado positivo para el país, ya que por un lado se rechaza una iniciativa con grandes defectos, como en su momento lo señaló el IMEF, y por otro lado, se observa el funcionamiento de las instituciones y los contrapesos naturales al poder, indispensables para el buen funcionamiento de un país”, dijo en videoconferencia..
De acuerdo con un sondeo que levantó el IMEF entre sus agremiados, resulta que en México persistiría las presiones inflacionarias para lo que resta de este año, pues estiman que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), cerraría el año en 5.9 por ciento, lejos del rango objetivo de entre dos y cuatro por ciento.