La vitamina D es una sustancia que participa en muchas funciones del organismo humano como la acumulación de calcio en los huesos, un buen funcionamiento del sistema muscular y del sistema inmune. A pesar de su importancia una de cada tres personas en la vida adulta presentan deficiencia o insuficiencia de esta vitamina, según un análisis del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Podemos obtener Vitamina D a través de la exposición moderada a la radiación ultravioleta del sol. mediante una dieta rica en alimentos de origen vegetal o animal (atún, salmón, leche, huevo,entre otros), y a través de complementos alimenticios.
Sin embargo, el aporte de la dieta en muchos países, es pobre de nutrientes suficientes; tal es el caso de la dieta general de nuestro país. Varias investigaciones identifican que menos del 2% de los individuos satisfacen la cantidad diaria recomendada de ingesta de vitamina D; por lo que es necesario complementar, sobre todo en personas activas y los deportistas.
Con esta vitamina se logra alcanzar el pico de masa ósea; sobre todo en la segunda década de vida, para lograr que en los momentos de pérdida de densidad acelerada, como en el caso de la menopausia o el envejecimiento, tengamos una reserva de huesos suficiente para evitar osteoporosis.
El doctor Israel Macías Hernández, especialista en Medicina de Rehabilitación, resalta que el consumo de vitaminas y minerales es necesario diariamente y más cuando se realiza alguna actividad física. “El aporte suficiente de Vitamina D ayuda a fijar el calcio dentro del tejido óseo; lo cual favorece a los deportistas evitando lesiones, haciéndolos más resistentes y menos propensos a fracturas”, agregó.
Además, la Vitamina D regula el calcio a nivel del riñón para un mejor funcionamiento de otras hormonas que intervienen en el metabolismo y en el sistema muscular. La vitamina D se absorbe en las fibras musculares favoreciendo junto con la actividad física el incremento de masa muscular, diferenciando las células inmaduras de las funcionales y altamente eficientes en este proceso, explicó el doctor Israel Macías.
El especialista afirmó que, por esta razón, es necesario identificar si se tienen los niveles adecuados de Vitamina D, ya que su insuficiencia o deficiencia puede alterar la función y el crecimiento de la masa muscular; producir fatiga muscular, falta de fuerza e incluso, el efecto contrario al ejercicio, pérdida de músculo que ocurre conforme vamos ganando edad, y se conoce como sarcopenia.
El especialista comenta que, en el sistema inmunológico se ha observado que tiene efectos inmuno-moduladores de primera línea; es decir, la defensa del organismo cuando el ejercicio provoca un cambio en el equilibrio de las citocinas (proteínas que ayudan a controlar el crecimiento de otras células del sistema inmunitario), por la intensidad y duración de las rutinas.
La deficiencia de Vitamina D está asociada a algunos estados proinflamatorios disminuyendo el rendimiento físico y deportivo y una reducción hasta del 24% de la carga del entrenamiento, alteración en la capacidad de contracción muscular e inclusive, poco rendimiento cardiovascular.
El doctor Israel Macías afirma que no existe un consenso único sobre la cantidad de vitamina D3 que se debe consumir en los deportistas; sin embargo, en su caso lo recomendable es complementar con un producto de grado farmacéutico.
Existe la presentación de 4,000 Unidades Internacionales que permite tomarla cada tercer día y así cumplir las necesidades diarias de esta vitamina, además de que la supervisión de tu médico de confianza te guiará en tanto en rutina de actividad física como en enfermedades que pueden afectar el rendimiento físico como la diabetes, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares, entre otras.