Aunque la mayoría de ellas ya no siguen vigentes, su influencia perdura entre los melómanos capitalinos
Redacción
La Ciudad de México ha sido escenario de múltiples revoluciones y transformaciones culturales, reflejo de los cambios sociales no sólo en el país, sino en el mundo. Y con cada cambio que tuvo lugar en el siglo XX, la música siempre estuvo de fondo coprotagonizando la historia.
Fue en la década de los 50 que los vinilos comenzaron a comercializarse en México, modificando la forma en que la música se consumía en los hogares y en los centros recreativos. Se volvió más accesible, claro, para algunos sectores de la población. Entonces una variedad de cadenas comerciales comenzaron a vender discos de distintos géneros musicales nacionales.
En ese marco, fue que varias tiendas de discos abrieron en la década de los 60 y 70, principalmente. Algunas en espacios pequeños y con poco material, comenzaron a importar discos de Estados Unidos y Japón, sembrando así el origen de la subcultura del rock en México.
Estas son algunas de las tiendas de discos más emblemáticas de la Ciudad de México.
Hip 70
Hip 70 vio la luz en 1968, en un contexto de violencia y prohibición. Fue Armando Blanco, estudiante de sociología de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, quien a los 19 años abrió la tienda con 20 discos de vinil, además de algunos pósters, casetes, playeras y otros objetos que traía de Estados Unidos. Así, surgió una de las primeras tiendas de discos de rock importados en la Ciudad de México.
El nombre de la tienda lo creó inspirado en el movimiento hippie, el cual surgió en la década de los 60. Armando Blanco, en su libro 20 años de aventuras Hip 70 cuenta cómo fue que creó la tienda y cuáles fueron los retos que enfrentó. El negocio, que originalmente estaba en la plaza comercial Minimax Pistahielo al sur de la ciudad, abrió dos sucursales más: una en Zona Rosa y otra más en Ciudad Satélite, convirtiéndose rápidamente en el epicentro del rock urbano.
El lugar, además de ser una tienda de discos muy concurrida, también fue escenario de las principales bandas de la escena de rock de los 70 y 80. Three Souls in My Mind, Dangerous Rhythm, Size, Javier Bátiz, Cecilia Toussaint y un centenar más de bandas tuvieron su aparición y origen en el recinto en el que cabían 300 almas en la calle de Génova, cada viernes y sábado.
Según cuenta Blanco en su libro, desde la apertura del lugar, éste estuvo en la mira de las autoridades, quienes llegaron a romper los vidrios de la tienda, disparar durante los eventos y en una ocasión, entrar con la intención de cortarle el pelo a los de cabello largo.
Tras el sismo de 1985 la tienda en Zona Rosa se cayó, y con la devaluación del peso en los años posteriores, sumado a problemas de especulación inmobiliaria, Hip 70 cerró sus puertas luego de 20 años.
Super Sound
De 1980 a 1993 existió una de las tiendas de discos más recordadas por los rockeros capitalinos. Super Sound se ubicaba en la calle Luis G. Urbina, en Polanco. En ella se vendían discos importados de rock y música vanguardista, en contraste con lo que vendían en los centros comerciales.
La tienda de Super Sound se distinguía por un estilo clásico envuelto en pisos de madera y paredes alfombradas. Los discos eran traídos por los dueños del lugar entre excursiones a diversos países, en donde conseguían material de AC/DC, Pink Floyd, R.E.M o ZZ Top. El fundador fue Frank Otegui, quien tiempo después abrió una segunda tienda con el mismo concepto, llamada Rock Express.
La tienda también organizó algunos conciertos en varios recintos de la capital, como el de Blue Öyser, Chick Corea o Peter Murphy.
El declive de Super Sound se debió a las pérdidas económicas que supuso la entrada al mercado de Mixup, confesó Frank Urtegui en el documental Just Like Heaven, la historia de Super Sound. En la actualidad aún se escucha el nombre de la tienda entre los coleccionistas de discos que llegaron a vistar el lugar a finales del siglo pasado.
Discos Aquarius
Discos Aquarius es una de las tiendas de discos más añejas de la ciudad y que sorprendentemente aún sigue en pie a pesar de lo adverso que ha sido el camino, entre el declive de los acetatos y luego el de los CD’s. Desde 1978 se ha mantenido en la calle Coahuila en la Roma Sur.
En sus inicios, la tienda vendía discos de todos los géneros, pero poco después se especializó en rock y sus variantes, así como el metal. Por algunos años fue la única tienda de discos que importaba heavy metal proveniente de Estados Unidos, Japón o Australia.
Además de su local en la Roma, también llegó a contar con dos sucursales más en Acoxpa y en Satélite; al sur y al norte de la ciudad, respectivamente. En la actualidad, Discos Aquarius no cuenta con un catálogo digital, por lo que para conocer su acervo es necesario acudir al mítico establecimiento y vivir la experiencia de sumergirse entre miles de discos.
Discos Zorba
Discos Zorba fue una de las tiendas más conocidas en el mundo underground y de las que menos información se tiene hoy en día. Se trataba de uno de los lugares de venta de discos más concurridos en la Zona Rosa y en toda la capital del país.
Esta tienda fue un gran referente de la música en la década de los 70 y 80, ubicada en la calle de Génova, cerca de otras tiendas de gran importancia como El Sonido Discoteque, Hip 70 y AB Discos en Tiber 100, o un poco más retirada, El Gran Sonido en Juárez y Balderas.
Algunos melancólicos en grupos de Facebook recuerdan las tarjetas de fidelidad Zorba o los mix de música que sonaban todo el día en la tienda con las nuevas adquisiciones; los hits del momento.
Discolandia
Discolandia fue una de las tiendas de discos más importantes de la década de los 80 en la urbe capitalina, llegando a contar con más de 15 sucursales en todo el Valle de México, perdurando por casi 40 años en el mercado de la música.
Esta tienda se caracterizó por su gran catálogo y enorme acervo de música nacional e internacional. Su tienda principal se encontraba a las afueras del metro Viaducto, convirtiéndose en una parada segura para todo melómano.
Sin embargo, de las 15 tiendas que Discolandia llegó a tener en la Ciudad de México, hacia 2012 sólo conservaban una, aunque, por su parte, aún mantenía otra más en Toluca. Y es que se estima que fue en 2005 cuando la venta de discos en físico comenzó a decaer a niveles nunca antes vistos, debido al ascenso de la música digital.
Actualmente Discolandia es una de las empresas que forma parte del grupo que maneja Mixup en México.