En estos destinos se podrá celebrar a los fieles difuntos, conocer una Virgen de Guadalupe de 20 metros o visitar el pueblito de la eterna Navidad
Redacción
Ricos en costumbres y tradiciones e ideales para pueblear, vacacionar y conocer, tres bellos destinos se han convertido en excelentes escenarios para disfrutar durante algunas fechas importantes del año como son Día de Muertos o Navidad, pero también ofrecen la oportunidad para descubrir cuál es su encanto.
Se trata de tres de los 132 Pueblos Mágicos que se han ganado un lugar en esa categoría, pues muestran lo mejor de cada uno de sus rincones, visitarlos dejará una nueva experiencia.
Tzintzuntzan, Michoacán
Enclavado en una planicie que domina el lago de Pátzcuaro, Tzintzuntzan le permitirá ser testigo de la riqueza de sus tradiciones, principalmente durante la tradicional noche del Día de Muertos.
Durante el 1 y 2 de noviembre, en este Pueblo Mágico, ubicado en el estado de Michoacán el cual abarca al menos 20 poblados indígenas se dan cita miles de personas para ser testigos de esta celebración única en el mundo.
Los visitantes acostumbran presentarse por la mañana en varios de los cementerios de la región y colocan sobre las tumbas: flores, dulces y juguetes que los infantes no pudieron disfrutar en vida.
Mientras que en la noche inicia el festejo para los muertos adultos y en los cementerios velan familias enteras. Adornan las tumbas con flores de cempasúchil (flor de muertos), velas, frutas, artesanías de dulce y los alimentos predilectos del difunto al que se honra. Al amanecer se intercambian alimentos entre las diversas familias presentes en las velaciones.
Tzintzuntzan, cuyo nombre significa “lugar de colibríes”, fue una de las capitales purépechas más importantes durante la época prehispánica. Además, en este pueblo se conserva su lengua, costumbres y tradiciones indígenas, desde la danza de los paloteros hasta el ritual de velación en el panteón el Día de Muertos.
El hospedaje en este pueblito se ofrece entre los 600 y hasta los 4 mil pesos por noche, ya que dependerá del lugar que quiera contratar para pasar la noche.
Tlalpujahua de Rayón, Michoacán
Reconocido como el sitio de la eterna Navidad, en este hermoso Pueblo Mágico de Michoacán, se podrá disfrutar de un recorrido por sus calles empedradas y admirarse con la gran variedad de negocios donde se vende todo tipo de artesanías: desde esferas, artículos navideños y elementos decorativos.
En este lindo espacio de toque virreinal lo trasladará a una época mística al visitar su majestuoso Santuario de Nuestra Señora del Carmen. Además, el parque nacional Rayón, conocido popularmente como Campo del Gallo, o la presa Brockman ofrecen muchas actividades en la naturaleza como campismo, canotaje, ciclismo, esquí, pesca, y senderismo.
Una oportunidad para maravillarse es conocer el Santuario de la mariposa monarca, que durante la primavera lo deleitará con su espectáculo.
Tlalpujahua procede del náhuatl tlalli (tierra) y poxohuac (esponja, fofa) por lo que su nombre significa “tierra de tezontle” o “tierra bofa o esponjosa”. La denominación en otomí es Xijumú. Los mazahuas habitaron esta zona que vivió los bretes entre aztecas y tarascos hasta antes de la conquista; con la llegada de los españoles y la capitulación tarasca en 1522 empezó la historia del pueblo.
El alojamiento en este bello destino va de los 600 pesos a los más de 3 mil pesos por noche, de acuerdo con algunos sitios de turismo de esa localidad.
Xicotepec de Juárez, Puebla
El café es la estrella de este hermoso sitio localizado en Puebla, ya que es uno de los principales productores de ese producto consentido de los mexicanos. Esta bebida de aroma inconfundible se consume a toda hora en este poblado.
En este mágico lugar podrá vivir y compartir grandes experiencias al recorrer sus calles, montañas o hasta cascadas. Sin embargo, no se puede ir sin conocer la monumental Virgen de Guadalupe de 20 metros de altura, la cual podrá admirar al subir al cerro de “El Tabacal”.
Xicotepec de Juárez proviene del náhuatl “xicotepetl” que significa “cerro de jicotes” o “cerro de abejorros”. En sus orígenes, este municipio fue habitado por olmecas, otomíes, totonacos, huastecos y nahuas, etnias cuyo misticismo permanece hasta nuestros días. El arribo de evangelizadores en 1533 origina el nombre de San José de Xicotepec.
Algunos de sus atractivos turísticos para visitar son: Los Cafetales, la Cascada de Tlaxcalantongo, el Jardín Central, Río y Puente San Marcos, entre otros.
El alojamiento en esta zona es más económico, pues va de los 600 a los mil pesos por noche.
