Redacción
Empresarios, dirigentes políticos y organizaciones de comerciantes y constructores, entre otros, pidieron este jueves a la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, reconsiderar la imposición de aranceles a México, que aseguran impactarán de forma desproporcionada la vida de los fronterizos.
El concejal de San Diego Raúl Campillo presentó la petición horas después de que el presidente Trump anunció aranceles de 25 % a vehículos y partes fabricados fuera del país y a una semana de la puesta en marcha de “aranceles recíprocos” internacionales.
El presidente, dijo el concejal, llamó la fecha del 2 de abril, el próximo miércoles, “día de liberación”, pero “en realidad no hay nada liberador en imponer aranceles”.
Al ser el condado de San Diego la mayor comunidad y la más dinámica en la frontera estadounidense, los impuestos a importaciones impactarán más la región, aseguró el funcionario electo.
“Vivir en la frontera nos hace particularmente vulnerables” a los aranceles, agregó.
El condado de San Diego exporta en promedio anual 63.000 millones de dólares e importa unos 33.000 millones, de acuerdo con cifras que presentó el funcionario.
Kenya Zamarripa, vicepresidenta de relaciones internacionales de la Cámara Regional de Comercio de San Diego, explicó que la relación bilateral es más compleja que solo números.
Puso como ejemplo que hay “partes automotrices que cruzan hasta siete veces la frontera antes de terminar ensambladas en vehículos”, lo que hará muy complicado establecer qué partes de un mismo artículo se fabrican en cuál país.
Los expertos prevén que los aranceles eleven los precios de vehículos, de piezas, composturas, incluso de pólizas de aseguradoras que pagarán más caras refacciones y partes.
La directora ejecutiva de la Asociación de la Industria de la Construcción en San Diego, Emma Palmer, calculó que los aranceles elevarán los precios de vivienda en por lo menos 10.000 dólares.
Alan Gin, economista con la Universidad de San Diego, aseguró que con los aranceles, los consumidores van a querer hacer menos gastos, lo que puede impactar tanto en empleos como en inflación.
