En México, pese al discurso triunfalista de las autoridades, persisten condiciones mediocres en el mercado laboral, pues en mayo pasado un tercio (32.4 por ciento), de las personas ocupadas en alguna actividad productiva están en condiciones críticas o inadecuadas.
En otras palabras, uno de cada tres personas que trabajan en México lo hacen en condiciones como trabajar menos de 35 horas a la semana por razones de mercado o laboran más de ese tiempo con ingresos de hasta un salario mínimo o trabajan más de 48 horas semanales, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
De esta manera, la Tasa de condiciones críticas de ocupación (TCCO), es un indicador importante para entender las condiciones laborales en México y puede ser utilizado para diseñar políticas públicas que promuevan empleos de calidad y reduzcan la informalidad y la subocupación.

La información de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), del INEGI reveló que en mayo de 2025, la población subocupada (personas que declararon tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas de lo que su ocupación actual les demanda) fue de 4.3 millones de personas, 187 mil menos respecto a mayo de 2024.
De esta manera, La tasa de subocupación se ubicó en 7.1 por ciento de la población ocupada, porcentaje inferior al 7.4 % registrado en mayo del año pasado. Al distinguir por sexo, la tasa correspondiente en las mujeres fue de siete por ciento y en los hombres, de 7.1 por ciento
Asimismo, en mayo de 2025, la población ocupada en la informalidad laboral fue de 32.9 millones de personas y la tasa de informalidad laboral 1 (TIL1) se estableció en 54.9 por ciento de la población ocupada, porcentaje superior al 54.4 por ciento del quinto mes de 2024.

Finalmente, en mayo pasado, la población desocupada (población que no trabajó siquiera una hora durante la semana de referencia de la encuesta, pero manifestó su disposición para hacerlo y realizó alguna actividad para obtener empleo) fue de 1.7 millones de personas y representó 2.7 por ciento de la PEA —tasa de desocupación (TD)—. En las mujeres, esta medida fue de 2.8 por ciento y en los hombres, de 2.7 por ciento. Respecto al mismo periodo de 2024, la TD total creció 0.1 punto porcentual y la de mujeres, 0.3. En los hombres se mantuvo.