-Debe venir de una política pública ante coyuntura de Nearshoring: Concamin
-Se requieren incentivos fiscales para su implementación, pero se avanza: CCE
A pesar de que México lleva un rezago de más de 30 años para implementar una política industrial activa y de vanguardia, este es el momento de ejecutarla ante la efervescencia por la relocalización de empresas y con ello, remover obstáculos para crecer, fortalecer nuestras ventajas competitivas y acelerar los procesos que contribuyen a elevar el valor agregado de lo que producimos.
En lo anterior coincidieron los presidentes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Francisco Cervantes Díaz y el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Alejandro Malagón Barragán, en el marco de la presentación del libro “Hacia una nueva visión del desarrollo industrial digital en México”.
El líder de los industriales del país, dijo que tienen mucha confianza en que en la administración de Claudia Sheinbaum, se dé ese paso y se aumente del 2.2 al 5% del Producto Interno Bruto (PIB) la inversión en infraestructura para poder competir de manera global, que se permita al sector privado llevar a cabo proyectos de autogeneración y cogeneración eléctrica, priorizando el uso de energías verdes, reactivar la banca de desarrollo con programas de fondos de garantía para las Mipymes, así como capitalizar la red de tratados comerciales de México, fortalecer las cadenas nacionales de valor e implementar una estrategia nacional de innovación y digitalización.
“Una de las grandes ventajas que tenemos es que va a llegar el nuevo gobierno y el secretario que entrara tiene muy claro que necesitamos una política industrial, conoce los ejemplos que han pasado en Asia, lo que pasa en Europa y lo que está pasando inclusive hoy en Norteamérica ya con una política industrial entonces lo que sigue ahora es hacer un plan de implementación porque la política industrial tiene que venir de una política pública. La política industrial nosotros estamos preparados, ahora viene ya sentarnos para la ejecución, pero la gran ventaja es que el gobierno, el nuevo gobierno tiene la prioridad de la política industrial para el crecimiento económico”, indicó.
Malagón Barragán, destacó que el nearshoring representa una oportunidad histórica para atraer inversión productiva pero también entraña serios desafíos porque los inversionistas buscan certidumbre legal, capital humano calificado y acceso a mercados con alto poder de compra.
“Insisto, no puede haber nearshoring si no hay una política industrial, es el fenómeno global con un gran impacto local. Las empresas globales están buscando relocalizarse para acercar sus operaciones a los mercados, eso significa una amplia ventana de oportunidad hacia la prosperidad, pero no solo queremos más crecimiento económico, también queremos reducir la desigualdad. Por eso el nearshoring plantea el gran reto de diseñar e implementar una política industrial activa y a la vanguardia con la visión del estado”.
Por su parte, el líder del CCE, indicó que, aunque México va retrasado por más de tres décadas para contar con una verdadera política industrial, se han dado algunos pasos, pero se requiere acelerar por lo que la aparición de este libro ocurre en el contexto de importantes cambios políticos en México, donde uno de los planteamientos más importantes de la Presidenta Electa Claudia Sheinbaum es el del desarrollo de una política industrial digital con un diálogo absoluto con los sectores productivos.
“También, la presentación de esta obra sucede en un momento afortunado de gran apertura sobre la política industrial, a lo que habría que agregar que fenómenos como el Nearshoring, la expansión del T-MEC y la propia integración de América del Norte, estarán presentes en los próximos años como un momento histórico de oportunidad para el crecimiento industrial y el desarrollo del país”, indicó.
Cervantes Díaz, añadió que la creación de 100 parques industriales que anunció el gobierno entrante y la terminación del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, son parte esencial de un gran momento del desarrollo que nos brindará la oportunidad de ampliar el contenido nacional de nuestros productos, así como de impulsar, multi sectorialmente, las diversas estrategias de una política industrial integral.
No obstante, reconoció que para lograrlo se requiere de incentivos fiscales por parte de los tres niveles de gobierno, especialmente en el sur-sureste del país.
