De tacos a chilaquiles: estos son los alimentos que serán prohibidos en escuelas debido a su alto contenido calórico

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Redacción

En 2023 el Congreso aprobó una reforma a la Ley General de Educación para prohibir la venta de comida chatarra en las escuelas del país y en la última semana de septiembre de 2024, la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (CONAMER) dio a conocer los lineamientos para todos los centros educativos públicos y evitar la comercialización de este tipo de comida.

El proyecto busca que tanto en las cooperativas escolares y las inmediaciones de cada plantel, de todos los niveles educativos, se prohiba la venta de alimentos y productos procesados con altos niveles de sodio, azúcares o grasas saturadas.

La nueva normativa ha generado controversia al prohibir la venta en escuelas de productos con sellos de advertencia y leyendas del etiquetado frontal, pero también al extender la restricción a otros alimentos que, aunque no los contengan, son considerados no saludables.

Un ejemplo de ello es la prohibición de cereales con azúcares añadidos o edulcorantes, conocidos como cereales de caja, independientemente de su etiquetado.

Así, ya no se podrán ofrecer pizzas, hot dogs, hamburguesas, quesadillas, sopes, tacos dorados, tacos sudados, chilaquiles fritos, gorditas, sincronizadas con jamón, tamales, burritos y preparaciones con embutidos como salchicha, chorizo, longaniza, salami y jamón.

La normativa también incluye alimentos que forman parte de la alimentación usual de la población, pero que son considerados no saludables y cuya venta estará prohibida en las escuelas.

La medida ha causado debate en algunos sectores al cuestionar la inclusión de alimentos, que forman parte de la alimentación habitual en millones de hogares.

Crisis de salud en México por alimentos chatarra
México enfrenta una crisis de salud pública debido al consumo excesivo de alimentos ultraprocesados entre los menores, según el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

La publicidad digital de estos productos ha llevado a que el 39% de las calorías diarias consumidas por los niños provengan de comida chatarra, lo que contribuye a problemas de sobrepeso y obesidad en 14 millones de niños y adolescentes en el país.

En la conferencia titulada “La publicidad digital: una violación al derecho a la salud, privacidad y autonomía de niñas, niños y adolescentes”, organizada por la Academia Nacional de Medicina (ANM) y difundida por la Secretaría de Salud, se discutió el impacto negativo de esta forma de mercadeo en los hábitos alimenticios saludables de los menores.

Los expertos señalaron que la industria de productos ultraprocesados utiliza la publicidad digital para incentivar el consumo entre los jóvenes, desplazando a los alimentos naturales y saludables.

La situación es alarmante no solo en México, sino en toda América Latina, donde 48 millones de niños y adolescentes también enfrentan problemas de sobrepeso y obesidad. Además, en México, 1.3 millones de niños menores de cinco años sufren de desnutrición crónica, lo que agrava aún más la crisis de salud infantil.

La Alianza Global para la Alimentación Saludable de Niñas, Niños y Adolescentes (Alsanna), con el apoyo de organizaciones como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de Salud (OPS), ha instado a los gobiernos de América Latina y el Caribe a adoptar medidas para promover la alimentación saludable entre los más jóvenes.

Estas medidas incluyen la implementación de legislaciones sobre el Código Internacional de Sucedáneos de Leche Materna y la limitación de la publicidad de ultraprocesados.

La lucha contra el consumo de ultraprocesados se enfrenta a varios obstáculos, como la falta de tiempo de los padres para cocinar y la alta disponibilidad de estos productos en entornos frecuentados por menores. Por ello, se enfatiza la necesidad de transformar los sistemas alimentarios para facilitar el acceso a dietas saludables.

El INSP destaca la importancia de contrarrestar esta tendencia para mejorar la salud infantil. La institución subraya que la sustitución de comida real por ultraprocesados es un factor clave en el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), lo que pone en riesgo la salud a largo plazo de los menores.