- La biodiversidad, arquitectura e historia de estos lugares muestran una parte de identidad nacional en cada uno de sus rincones
Red de corresponsales
México es un país megadiverso, su ubicación geográfica lo ha colocado como una de las naciones poseedoras de la mayor variedad de animales y plantas, muchas especies endémicas y una extensa pluralidad de ecosistemas.
Aparte de lo que naturalmente posee el país, la historia evolutiva del mismo así como la cultura que entre sus habitantes se ha ido establecido lo posicionan como uno de los destinos favoritos de miles de turistas. No obstante, hay pequeños rincones que guardan mucha de esta identidad nacional y que representan una alternativa fresca y variada para los visitantes nacionales y extranjeros.
Con la intención de impulsar el turismo, a partir del año 2001 el Gobierno de México puso en marcha el programa Pueblos Mágicos, en el cual poco a poco se han abierto puertas para que tanto visitantes locales como extranjeros puedan conocer los encantos, historia, cultura, gastronomía y cotidianeidad que estos enigmáticos lugares albergan.
La estrategia ha dado buenos resultados y actualmente a lo largo y ancho del país hay 132 localidades que cuentan ya con el reconocimiento de Pueblos Mágicos, no obstante, los turistas han posicionado a tres de estos sitios como los más visitados gracias a su increíble combinación de legado colonial e impresionantes paisajes.
HUASCA DE OCAMPO, HIDALGO
Entre bosques y con un clima templado y frío dentro del corredor turístico de la montaña, a 30 km al noroeste de la ciudad de Pachuca en el estado de Hidalgo se encuentra Huasca de Ocampo.
Se sabe que en la época colonial las locaciones del estado de Hidalgo fueron exploradas por extranjeros para establecerse y trabajar en las minas de donde extraían todo tipo de metales preciosos entre los que destacan la plata.
La historia de este Pueblo Mágico envuelve a todo aquel que lo visita pues es imposible no imaginar cómo era la cotidianidad de la época al perderse entre sus calles empedradas, explorar las ex haciendas de beneficio, los bosques de oyamel, las presas, las formaciones rocosas y una joya natural que sobresale entre las otras: los Prismas Basálticos.
Para llegar a Huasca de Ocampo partiendo desde la Ciudad de México en automóvil se debe tomar la carretera México-Pachuca, la caseta tiene un costo de 56 pesos por lo que se recomienda destinar 112 pesos para el viaje redondo más la gasolina que cada vehículo gaste. Si se desea viajar en autobús este tiene un costo de 100 pesos por persona hasta la ciudad de Pachuca, posteriormente los turistas podrán trasladarse en transporte público para llegar a la localidad.
BERNAL, QUERÉTARO
Pintorescas casitas, locales y una impresionante vista del tercer monolito más grande del mundo es la forma que el Pueblo Mágico de Bernal en Querétaro tiene de recibir a los cientos de turistas que día tras días optan por visitarlo.
Bernal se fundó en 1647 para resguardar el extremo sur de la Gran Chichimeca, la región que incluye a los estados de Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí, y Zacatecas. La historia ancestral de la localidad y el simbolismo cósmico que denota la gran Peña, permiten que los visitantes vivan una experiencia espiritual única.
No obstante, también los turistas podrán disfrutar de la amplia variedad gastronómica que este Pueblo Mágico ofrece, comenzando por la ruta del vino y el queso característica del estado de Querétaro, o también gorditas martajadas, barbacoa de borrego o res, carnitas de cerdo, chicharrones de res, consomé y menudo.
Por su cercanía a la Ciudad de México, Bernal es un destino económico al que se puede llegar con sólo 304 pesos si viajas en automóvil. Es necesario pagar el peaje de cuatro casetas, empezando por la de Tultepec que tiene un costo de 59 pesos, después la de Jorobas que cuesta 92 pesos, Tepejí del Río 61 pesos más y finalmente la de Palmillas que cuesta 92 pesos. Estos precios no contemplan gastos de gasolina y son únicamente del traslado de ida.
