El nivel de carga viral y el momento en que se realiza la prueba tras el inicio de síntomas puede afectar el resultado. Qué aconsejan los especialistas
Redacción
Los test de autodetección de COVID-19 significaron un paso adelante en la gestión de la pandemia a nivel global. En plena explosión de contagios por la variante Ómicron y con los centros de testeos colapsados en diciembre del año pasado, su uso se extendió en todo el mundo. En la Argentina, fueron aprobados por la ANMAT en enero y se autorizó su venta en las farmacias de todo el país.
Una prueba hogareña es una solución práctica frene a los síntomas habituales de coronavirus, como fiebre, dolor garganta, tos o secreción nasal. Tras pasar un hisopo por la nariz y esperar unos 15 minutos, se obtiene el resultado en la comodidad del hogar.
Sin embargo, muchos se preguntan ¿un resultado negativo es confiable?¿O quizás el test no detectó el virus? La eficacia del test determinará si es necesario un nueva prueba PCR o si, pese a los síntomas, uno puede volver a trabajar y a reunirse con otras personas.
El test rápido de antígenos detecta la proteína nucleocápside del virus. Dicha proteína se encuentra en la superficie de la estructura del virus, por lo que se detecta la presencia del virus mucho más rápido. De allí, reside su resultado en pocos minutos. En contraste, la prueba PCR busca la presencia de material genético del virus. Sin embargo, un resultado negativo en un test hogareño no garantiza la ausencia del virus SARS-CoV-2.
“Es posible que el virus esté librando en el cuerpo una batalla contra tu sistema inmunitario”, explicó Michael Mina, médico estadounidense y director científico de eMed, una empresa de ayuda en línea sobre pruebas rápidas. “Si la prueba es negativa y tienes síntomas, no des por hecho el negativo. Lo que hay que dar por hecho es que el virus no ha tenido la oportunidad de desarrollarse. Los síntomas pueden significar que tu sistema inmunitario solo está dando un aviso muy temprano”, dijo el doctor al diario New York Times.
Esto significa que cuanto más se esfuerce el sistema inmunitario por poner una barrera al SARS-CoV-2, sobre todo si está reforzado por los anticuerpos de la vacuna, más probabilidades hay de obtener un resultado negativo con un test hogareño, incluso si la persona está infectada.
Un resultado positivo en los primeros días de los síntomas de coronavirus significa que es casi segura la infección por COVID-19. Pero si el resultado es negativo y los síntomas continúan, hay que tomar precauciones, usar barbijo y evitar el contacto cercano con otras personas.
Lo recomendable según los expertos es esperar 48 horas y repetirla. Si el resultado aún es negativo, pero los síntomas persisten o empeoran, hay que someterse a un nuevo test al cuarto día. En estos casos, lo ideal es ir a un punto de testeo o a un centro de salud para realizarse una prueba PCR, que puede detectar la presencia de SARS-CoV-2 más temprano que una prueba doméstica.
En ese sentido, al ser aprobados en Argentina, la ANMAT señaló que “es necesario tener en cuenta que si la persona no tiene síntomas o si la carga viral es baja (lo que puede ocurrir durante los días iniciales o finales de la infección) el SARS-CoV-2 puede ser no detectado por el test, por lo que un resultado negativo no descarta la infección”.
“Si persisten los síntomas y las pruebas siguen resultando negativas, las probabilidades de que la persona curse la infección por COVID-19 y seas contagioso disminuyen mucho”, afirmó Robert Wachter, jefe del Departamento de Medicina de la Universidad de California en San Francisco. “Pero lo más probable es que ese día debas usar cubrebocas porque tienes algo”.
Entonces, si bien el resultado negativo de un test hogareño no es concluyente y es necesario realizarse un nuevo test si persisten los síntomas, las pruebas hogareñas de COVID-19 son efectivas para determinar si una persona es altamente contagiosa, ya que el resultado será negativo si la carga viral no es lo suficientemente alta para contagiar a muchas personas.