Los niveles en el estado son de 8, superior al de Alemania, por lo que la energía transformada en el sector doméstico e industrial son numerosas, dice especialista
Red de corresponsales
Querétaro tiene todos los elementos para ser potencia en el uso de energía renovable proveniente de la radiación solar, de acuerdo con Gonzalo Macías Bobadilla, investigador especialista de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), la inversión en infraestructura para el sector empresarial podría implicar ganancias millonarias.
“México es una potencia mundial en cuestiones de energía solar: la captación, el nivel de radiación que recibe, comparado con Alemania, es superior, en ese aspecto, de recepción sí lo somos, no es el mismo caso en infraestructura, comparamos el número de paneles y granjas solares que tenemos aquí”, sostuvo Macías Bobadilla.
Los niveles de radiación solar en Querétaro se ubican en un promedio de 8, en una escala de 1 al 14; por lo que, las posibilidades para utilizar la energía transformada a través de paneles en el sector doméstico e industrial son numerosas.
“A mí, como especialista, me da gusto que la tecnología, si ya la tiendita de la esquina la puede poner, eso quiere decir que muchas empresas lo pueden hacer y si no lo han hecho es por desconocimiento o porque no han hecho un estudio concienzudo de qué tanto les puede impactar el uso de paneles solares en minimizar el consumo de energía eléctrica”.
A pesar de que aún hay muchos retos, cada vez es más frecuente que pequeños negocios, por iniciativa propia, invierten en la implementación de tecnología para utilizar la energía solar “qué bueno que lo tengan porque están integrando este tipo de tecnologías para actividades que son del uso cotidiano”.
El especialista refirió que también son cada vez más las viviendas que hacen uso de la energía del sol que recibimos por nuestra ubicación geográfica. En países del norte de Europa, por ejemplo, tendrían que colocar el doble de paneles solares para obtener la misma energía que aquí, dadas las condiciones de la luz solar que perciben.
“Aquí, en México, la radiación solar por metro cuadrado supera los 1000 watts, entonces, aunque los paneles todavía no alcanzan la tecnología para que en esta superficie tengamos los 1000 watts, sí transforman unos 250 watts, a nivel mundial este es el desarrollo”, sostuvo el investigador.
El especialista reconoció que aunque la tecnología continúa sin ser del todo accesible, con el tiempo, los precios han ido en descenso, lo que ha posibilitado la popularización del uso de las tecnologías que aprovechan la luz solar. Hace diez años, Macías participó en la implementación de paneles solares para iluminar la cafetería de la Facultad de Ingeniería.
“Ahora inyectamos la red de la Comisión Federal de Electricidad, ya no la consumimos en el mismo edificio”, por lo que la dependencia entrega la relación de la energía que se produce y lo que se consume, por lo que en los recibos de pago descuenta el costo de la energía que se genera a través de los paneles solares.
Actualmente, la CFE no paga a los negocios y viviendas que producen su propia energía a través de la captación de la radiación solar, pero sí registra los excedentes y los descuenta en recibos posteriores cuando no se agotó el consumo.
Esto aumenta la rentabilidad de la inversión porque ya no solo no se paga por la luz, sino que también se reservan los excedentes para cuando las condiciones climatológicas no permitan que se genere tanta energía, por ejemplo, en los días nublados.
“En Querétaro ya hay muchos negocios que manejan ya este sistema de interconexión en el que tú generas energía, que, cuando no se consume, se inyecta a la red de la CFE, esta lleva su medidor especial que no solo sirve para medir cuánto se consume, sino que también detecta cuánto se inyecta a la red”, describió Macías Bobadilla.
En la UAQ se llevan a cabo estudios para determinar qué tan factible y redituable puede llegar a ser la instalación de paneles solares e infraestructura para generar energía a partir de la radiación solar.
